PrensAlxuzer n º 6
Del Archivo Municipal de Murcia (AMMU)
El Liberal de Murcia, martes 5 de noviembre de 1918: "CAMPAÑA SANITARIA
En Aljucer y el Palmar.—Un cementerio en el centro del pueblo—Denuncias que no se comprueban.—Inspección sanitaria a las fábricas de embutidos, anisados y conservas de la Casa Bernal.—Durante la epidemia.
Después de unos días de sosiego, si es que así podemos calificar nuestra manera de vivir, hemos vuelto a reanudar la campaña de inspección sanitaria que con tanto celo ha emprendido el señor Martínez ladrón de Guevara.
Comenzamos la visita por el pueblo de Aljucer.
Este es un pueblo pequeño donde el microbio epidémico también sentó sus reales, haciendo de las suyas, pero debido a las visitas constantes del facultativo no se presentó con caracteres graves de mortalidad y así fue, el mal se atajó a tiempo.
Si tenemos que hacer un denuncia por correr riesgo la salud pública, seriamente, aunque el presidente de la Comisión Municipal de Sanidad haya tomado buena nota para hacerla a su debido tiempo.
Esta denuncia es sobre las pésimas condiciones en que se encuentra el cementerio de dicho pueblo.
En el centro de Aljucer se levanta la pequeña iglesia y por los costados y la parte posterior del sagrado templo se encuentra rodeada de un jardín.
Es el jardín de la iglesia el cementerio del pueblo.
Entramos y vimos en un rincón del cementerio cavando una fosa al sepulturero
"...de tétrica mirada
con mano despiadada
los cráneos machacar"
que dijo el poeta.
Enlace contenido web en la página web del Archivo Municipal de Murcia: archivodemurcia.es
con mano despiadada
los cráneos machacar"
que dijo el poeta.
Y, efectivamente, como no hay lugar para enterramientos, el afilado acero de la azada a impulsos del enterrador, machacaba, trituraba, hacía que saltaran en astillas los huesos de los cadáveres al hundir la cortante herramienta en la esponjosa tierra de aquel camposanto.
¡Mayor irreverencia? ¡Espectáculo tan extravagante? ¡No cabe más profanación!
Pedimos la clausura; pedimos que el Municipio, cuanto antes, habilite nuevo terreno para convertirlo en última mansión de los que fueron.
¡Los cerdos, por las calles del pueblo, pastando!
Aquella y esta denuncia en lo que respecta a la salud pública deben ser atendidas por entender que la ponen en grave riesgo.
De charcas en las calles, no hay que hablar. De todos es sabido las malas condiciones del suelo en los pueblos del término municipal; caen cuatro gotas y quedan convertidos en ramblizos fangosos que sólo son desecados por los ardores del sol.
El señor Ladrón de Guevara censuró severamente este descuido y prometió hacer ante el Alcalde la correspondiente denuncia.
El señor cura nos facilitó la siguiente nota estadística comparativa de la mortalidad en los meses y años siguientes:
1917.- Septiembre, fallecidos 4.
1918.- id. id. 8.
1917.- Octubre, fallecidos 5
1918.- id. id. 21
Cómo se ve la mortalidad aquí también hizo estragos, considerando el número de atacados que fue más de 100 en un censo de 770 vecinos y 3.890 almas.
La epidemia decrece.
Así lo demuestra no quedar más enfermos en el pueblo que unos cuatro o seis".
Enlace contenido web en la página web del Archivo Municipal de Murcia: archivodemurcia.es
Pinche aquí para ir a la fuente original.
Pequeña contextualización: Entre 1917 y 1918 se desencadenó una epidemia de la llamada "Gripe Española" que azotó extensas zonas del mundo y de España, entre ellas, afectó a Murcia y a Aljucer.
En la noticia aparece un hombre llamado Juan Antonio Martínez Ladrón de Guevara, un médico del aparato respiratorio, con una gran presencia social, política e intelectual en la Murcia de principios del siglo XX, que merece ser conocido y del que te animamos que conozcas un poco más en la tesis que compartimos. Con su formación específica y formando parte del Ayuntamiento de Murcia en los años de la "Gripe Española", su presencia en Aljucer y otros escenarios de la enfermedad es habitual y sus apuntes y sugerencias o denuncias, son tenidos en cuenta con cierto éxito.
La noticia se centra en la visita de este doctor y lo que se encuentra en Aljucer. Un cementerio sin capacidad y sin ninguna prevención médica de salubridad, fama que viene arrastrando 20 años antes de cuando tiene lugar esta noticia y que no se va a solucionar hasta 20 años después, año 1937, cuando el cementerio sea trasladado de lugar, al emplazamiento actual en San Ginés/El Palmar.
En la noticia aparece un hombre llamado Juan Antonio Martínez Ladrón de Guevara, un médico del aparato respiratorio, con una gran presencia social, política e intelectual en la Murcia de principios del siglo XX, que merece ser conocido y del que te animamos que conozcas un poco más en la tesis que compartimos. Con su formación específica y formando parte del Ayuntamiento de Murcia en los años de la "Gripe Española", su presencia en Aljucer y otros escenarios de la enfermedad es habitual y sus apuntes y sugerencias o denuncias, son tenidos en cuenta con cierto éxito.
La noticia se centra en la visita de este doctor y lo que se encuentra en Aljucer. Un cementerio sin capacidad y sin ninguna prevención médica de salubridad, fama que viene arrastrando 20 años antes de cuando tiene lugar esta noticia y que no se va a solucionar hasta 20 años después, año 1937, cuando el cementerio sea trasladado de lugar, al emplazamiento actual en San Ginés/El Palmar.
Es curiosa la noticia porque nos sitúa el cementerio y nos describe cuál era su extensión, la actual pista deportiva junto con las antiguas escuelas parroquiales y la casa del cura.
También resulta interesante conocer las condiciones de salud en las que vivía la población a los ojos de un médico de la época.
Por otro lado, parece que valoran que la epidemia está pasando, según afirman en la noticia, resaltando que el año 1918 es el año más mortífero a tenor de los datos ofrecidos por el cura del pueblo en aquel momento.
Con esta noticia nos hemos querido asomar a una epidemia que sufrió Aljucer en tiempos de la pandemia actual.
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