NoticiAlxuzer nº 7
En febrero de 1926, nacía en Torre Salinas (Aljucer), Andrés Galián Alcaraz, persona dedicada al mundo de la industria, fundador de COPELE, empresa enraizada en El Palmar.
Hijo de José Antonio Galián Muñoz y de Josefa Alcaraz Escámez, era el mayor de nueve hermanos, en una familia tradicional huertana, en la que se compatibilizaban las tareas domésticas, que incluían la cría de cerdos, gallinas y conejos, con las labores agrícolas del huerto que se cultivaba para consumo del hogar. Uno de sus hermanos, Gabriel, fue sacerdote.
Eran unos años de hambruna provocada, en parte, por la herencia dejada tras la Primera Guerra Mundial. Por los escasos recursos de que disponía su familia, Andrés no pudo recibir más enseñanza que los estudios de educación básica. Siendo poco más que un niño, comenzó su actividad laboral. Alternaba las tareas agrícolas hogareñas con otras, en un taller de fundición. Más tarde pudo adquirir nociones de contabilidad en una academia nocturna, mientras se iniciaba en su faceta comercial como vendedor de harinas y comestibles.
Andrés trabajó también como empleado en el antiguo Instituto Nacional de Previsión, puesto que abandonó para dedicarse a la fabricación, por cuenta propia, de jaulas y utensilios para la cría de ganados, una función de la que surgiría la actual empresa “Comercial Pecuaria Levantina” (COPELE), en 1959. El negocio empezó como una granja para la fabricación de harina de pescado, detrás de la Venta de la Paloma, en terrenos adquiridos a don Joaquín Ortiz, trasladándose posteriormente en 1965 a los actuales terrenos de la carretera de La Paloma. No le fue fácil, al principio, avanzar y desarrollar proyectos empresariales, en una época de negada colaboración financiera.
COPELE es líder nacional en la fabricación de instalaciones para ganados, además de promotora, inversora e investigadora en avanzados sistemas industriales automatizados de alimentación, limpieza y acondicionamiento para las distintas gamas ganaderas: cunicultura, avicultura, porcicultura, ovino-bovino, cinegético, etc.
Andrés fue también creador e impulsor de empresas dedicadas a los sectores del comercio, construcción, promoción y gestión inmobiliaria, revestimiento y acabados de metales, reciclajes plásticos, explotaciones agrarias y otras. Su hermano, José, fundó Comercial Galián (COGASA), del cual sigue ejerciendo como Administrador.
Fruto del matrimonio de Andrés con Rosa Vivancos Muñoz, perteneciente a una conocida familia de herradores, nacieron sus hijos; José, María José, Francisco (que heredó la empresa principal), Rosa y Andrés.
Su empeño de supervivencia y mejora, la atención a los clientes y el respeto a sus cientos de empleados fueron lemas silenciosos en su trayectoria. Dotó de ermita al barrio donde tiene sede la empresa, en las Casas de Gallego (Camino de los Leñadores), cuya advocación está dedicada a Santa Ana. También donó la balaustrada que sirve para entrar a la iglesia de Aljucer.
En el aspecto social, Andrés Galián estaba considerado como una persona influyente y conciliadora, accesible y educada, cortés y generosa, y reconocido públicamente como amigo de sus amigos. Era también hombre de rigurosa puntualidad y de profundo apego a su familia, que siempre ocupó un lugar preferente en su vida. En sus sucesores se refleja la dedicación y entrega heredadas. Su fama como empresario sustituía a su propio nombre, por ello se le llegó a conocer más popularmente como Don Copele.
Su apariencia era de la de un hombre de genio, de semblante serio, pero, en su relación con los amigos y empleados no había nada más lejos de la realidad. Su generosidad callada se desbordaba y su enorme sonrisa afloraba con harta frecuencia.
Casi, de forma inesperada, Andrés Galián, falleció el día 20 de julio de 2001. Dejó un gran hueco y una pena sin límite en su familia y conocidos. Antes de recibir sepultura, los obreros de sus empresas, quisieron que su cuerpo recorriese por última vez las instalaciones de COPELE, esa gran empresa que él levantó de la nada.
Félix Martínez Martínez
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