NoticiAlxuzer nº 4 Fotografía de Ricardo López Rubio de la placa conmemorativa de la dedicación del colegio público de Aljucer a González Mo...

25 años sin González Moreno

NoticiAlxuzer nº 4

Fotografía de Ricardo López Rubio de la placa conmemorativa de la dedicación del colegio público de Aljucer a González Moreno que él mismo presidió en 1990, y cuyo bajorrelieve él mismo hizo.



El 10 de enero de 1996, hace exactamente 25 años, fallecía en Murcia el gran escultor aljucereño Juan González Moreno. 

Natural de la Carretera del Palmar, (11-04-1908), vivió sus primeros años pegado a la Acequia del Junco que hay cerca de la actual fábrica de Mateo Hidalgo, dentro del término de nuestra pedanía. Sus padres, Antonio González Pellicer y Rosario Moreno González, eran  agricultores, siendo Juan el mayor de nueve hermanos. 

En 1915 su familia se trasladó a Algezares, completando Juan sus estudios primarios en la escuela del patronato de San José, en el murciano Barrio del Carmen. A los catorce años tiene lugar su primer acercamiento a la escultura, a través de talleres belenistas.

Sin embargo, Juan opta por la creación artística, ingresando en 1923 como aprendiz en el taller de escultura del barrio de San Antolín, matriculandose en las clases de dibujo y modelado que impartía José María Sánz en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia. En esta antigua institución se instruye en el estudio de disciplinas como la aritmética, la geometría, el dibujo, el modelado o el vaciado, dónde conoce a Clemente Cantos, quien le ayuda a ingresar en el taller del imaginero murciano Miguel Martínez, discípulo del escultor Sánchez Araciel.

Allí aprende a dominar las técnicas de talla, dorado y policromía, celebrando su primera exposición en el Círculo de Bellas Artes en el año 1928. Becado por la Diputación Provincial de Murcia, marcha a Madrid, donde estudia escultura en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, alejándose de la línea salzillesca imperante en Murcia. Al término de sus estudios, con excelentes calificaciones, obtiene una beca gracias a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1936. 

Al estallar la Guerra Civil, regresa a Murcia, cooperando desinteresadamente con el Museo Provincial de Bellas Artes en la recogida y custodia de obras de arte. Finalizada esta, González Moreno abre su primer taller en Murcia, por donde pasarían notables artistas que con el tiempo adquirirán renombre. Uno de sus primeros trabajos fue restaurar el Cristo de la Sangre, titular de los Coloraos.

En 1941 realiza sus primeras obras para Semana Santa: un Santo Entierro para la ciudad de Murcia y un Cristo de la Agonía para Cieza. Le siguen un sinfín de premios y exposiciones que le consagran a nivel nacional.

Además de su producción imaginera, desarrolla un estilo propio gracias a sus viajes a Italia y París.

Abre un nuevo taller en Murcia dónde se formarán escultores como Elisa Séiquer, Francisco Toledo, Pedro Pardo y José González Marcos. Gana el concurso para la reconstrucción interior del Santuario de la Virgen de la Fuensanta. Ya en plena etapa de madurez, multiplica los encargos que recibe, tanto por parte de las cofradías pasionarias como de las instituciones. Talla sus mejores obras para la Semana Santa de Cartagena (Marrajos). 

En 1955 es nombrado Profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, llegando a ser director hasta su jubilación. Después es elegido miembro de la Academia Alfonso X el Sabio de Murcia y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Hasta su muerte sigue recibiendo premios y celebrando exposiciones antológicas de su obra.

Muchas son las obras que nos ha dejado Juan, uno de los más grandes artistas que ha dado nuestro pueblo para la posteridad. En Aljucer se encuentran varias imágenes que desfilan en la Semana Santa: la patrona, Virgen de los Dolores, del año 1942 y Jesús Nazareno, esculpida en 1946. En 1990 se le dedicó el nombre del CEIP Escultor González Moreno colocándose una placa con un bajorrelieve realizada por el propio escultor. 

Pasear por Murcia y observar obras suyas llena de orgullo a cualquier aljucereño. En la Glorieta, junto al Palacio Episcopal, se llergue la magnífica representación siempre icónica de nuestro Cardenal Belluga, estatua de bronce que data de 1958. En la misma Glorieta, en el otro extremo de la plaza, se encuentra una pequeña fuente con dos niños, obras también del escultor, que sostienen un recipiente del que brota el agua de una pequeña fuente. 

En la cercana Avenida Teniente Flomesta, en la antigua sede de la Diputación Provincial, se puede apreciar un friso realizado en bajorrelieve que representa de forma alegórica la beneficencia, la cultura, la agricultura y la minería, símbolos de la Provincia de Murcia. 

Un poco más adelante, en dirección al Puente Nuevo, frente al edificio de La Convalecencia y de la Delegación del Gobierno, se encuentra el monumento a La Fama. Esta estatua de bronce se colocó en un principio en la Plaza de Santa Isabel. 

Al final de la Gran Vía Alfonso X, en dirección a la Plaza Circular se encuentra la estatua del rey Alfonso X el Sabio, que no es propiamente de González Moreno, sino que fue sacada de un boceto suyo. 

Todos los años se hace la ofrenda el día de la Inmaculada Concepción en su monumento, situado en la Plaza de Santa Catalina, obra también de González Moreno. 

Ya en el cercano monte, en el Santuario de la Fuensanta, se encuentra una colosal obra del aljucereño, que representa la vida de Jesucristo a través de relieves, de los que la Virgen María es protagonista. En el altar mayor se encuentran varios pasajes antes de nacimiento de Jesús. También aparece la Coronación de la Virgen, la Asunción, la Presentación de Jesús en el templo, la Epifanía o la Huida a Egipto, y algunas obras más.

Félix Martínez Martínez

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